Descubre el universo creativo de Judit Miau
Entrevista
1. ¿Recuerdas cuándo te diste cuenta de que el dibujo iba a acompañarte siempre?
No sé si hubo un momento exacto, una especie de revelación. Más bien siento que el dibujo me acompaña desde siempre. Mi padre ya dibujaba y yo de pequeña copiaba cosas de la tele porque quería “guardarlas”, y todavía no sabía usar la impresora. En el cole siempre dibujaba en clase y era la parte que más disfrutaba de los trabajos, así que tuve claro desde muy pronto que quería dedicarme a algo relacionado con eso. Quizás el punto de inflexión llegó hacia los 18 o 19 años, cuando empecé a preguntarme por qué me gustaba tanto dibujar.
2. Tus obras tienen algo muy íntimo, casi como si fueran páginas de un diario. ¿Qué sueles buscar cuando te sientas a dibujar?
Ay, qué pregunta más bonita. Aunque siempre me han repetido lo de “salir de la zona de confort”, lo que busco en realidad es un lugar seguro. No suelo tener grandes momentos eureka antes de empezar; más bien dejo que las cosas tomen forma de manera orgánica, casi accidentada. Evito hacer equivalencias explícitas y persigo ese estado de flow en el que me salgo un poco de mí misma. Creo que ahí está el refugio: en poder desaparecer un rato dentro de lo que hago.
3. Muchos de tus retratos parecen hablar del cuerpo, del silencio, de lo que no se dice. ¿Qué te interesa explorar en esa mirada?
Creo que tiene que ver con que desde pequeña tuve la oportunidad de ver una parte de la vida algo cruda, y el dibujo me dio el espacio para aprender a convivir con esa realidad. Pienso que lo subjetivo de lo visual —todo eso que se escapa a la palabra —tiene un potencial enorme para ayudarnos a entender, aunque sea un poco, el sinsentido de existir. Dicho rápido, creo que la pintura es tan nonsense como la vida misma, y justo por eso me resulta un lugar acogedor.
4. Dices que tu obra es un lugar para encontrar nuevas preguntas. ¿Qué te ronda últimamente por la cabeza?
Últimamente pienso mucho en esas veces en que alguien conecta de forma inesperada con alguna de mis imágenes o con mi trabajo en general. A veces me comparten lecturas o sensaciones que yo misma no habría imaginado, y eso me hace repensar lo que hago. No trabajo buscando esa conexión, pero cuando llega, tiene algo de revelador. Me pasa también con los vlogs: los subo pensando “madre mía, qué cuadro”, y luego alguien comenta algo que me cambia la mirada. Supongo que son esos pequeños recordatorios de que hay que mantener la negatividad a raya y abrazar la ambivalencia, que al final creo que es justo lo que la pintura defiende.
5. Si tuvieras que dibujar una emoción ahora mismo, ¿cuál sería?
Ostras, qué difícil jajaja. Supongo que diría resiliencia, aunque es una palabra que me da un poco de alergia de tanto usarla. Si no, quizá miedo. Estoy en un momento de conclusiones, de cambios, de inicios —d’embranzida, que diríamos en catalán—, y aunque eso viene acompañado de mucha ilusión y de tanta incertidumbre como esperanza, creo que en esas etapas la emoción más peligrosa es el miedo. Y porque soy ansiosa de mena, así que…
6. Dinos tres artistas que sean referentes para ti y cuéntanos un poquito qué te inspira de cada uno.
Uy, de gente que admiro podría hablar horas. Estos tres son solo los primeros que me han venido a la mente:
David de las Heras, porque sus imágenes son todo lo que está bien; me parece el paradigma de las cosas bien hechas y me despierta una admiración profunda.
Shagey, porque su obra es tan tierna como sagaz, y eso me parece un ejercicio admirable.
Y Alba Fabre, que no pide explicación: basta con ver sus imágenes.
7. ¿Qué serie has visto últimamente que te haya encantado?
Space Force, de Steve Carell, en Netflix. Fue una recomendación de mi hermana y no sé por qué no la había visto antes. Adoro a Steve Carell —pero vaya, ¿y quién no?—.
8. ¿Qué está sonando ahora mismo en tu playlist?
Ay, soy terrible con eso, llevo años escuchando la misma música jajaja. La última canción que escuché es de Adala, y ahora tengo muchas ganas de escuchar el nuevo álbum de Lily Allen.
9. Cuéntanos un proyecto que todavía no hayas realizado, pero que tengas muchas ganas de hacer.
Tengo muchas ganas de poder encerrarme a pintar en el estudio durante una buena temporada, sin prisas, y ojalá que de ahí saliera una exposición cuidada y hecha con tiempo, ya sea en Barcelona o en mi pueblito (un poco como hizo Larry Poons).
También me haría mucha ilusión ilustrar una etiqueta de cerveza o participar en alguna campaña para Barcelona o para algún medio local.
10. En Bloom Hunter nos visitan muchos artistas que están empezando su carrera, ¿qué consejo les darías? ¿Hay algo que te hubiera gustado saber cuando comenzaste?
Creo que mi consejo principal sería que hagan las cosas por sí mismos. Cuando empecé, pensaba que sería “profesional” el día que trabajara para muchas marcas, editoriales o entidades. Y al final, los proyectos que más felices me han hecho —y los que más me han retribuido, también a nivel laboral— son los que he iniciado y sacado adelante sola.
También les diría que pregunten a la gente a la que admiran o que está en una situación parecida. No hace falta que sean grandes referentes —a veces las personas que también están empezando son las que más te entienden—. Hacer red me ha ayudado muchísimo y me ha hecho sentir acompañada en un camino que suele ser bastante solitario.
A mí, cuando alguien me escribe para preguntarme algo, me encanta intentar ayudar, porque casi siempre acaba siendo una ayuda recíproca. De hecho, eso fue lo que me motivó a abrir mi canal de YouTube. Así que, mis DMs always open.